El pasado sábado terminé de hacerme los regalos de la época de fin y principio de año...
¡Ya tengo la moto de Kaneda! (De la película animada "AKIRA").
Eso sí, fue hasta anoche a eso de las 11 p.m. que abrí la caja y la terminé de armar. Lo vacilón fue sorprenderme poniendo cara de menso o de carajillo ilusionado mientras terminaba de pegarle las piezas finales.
Quizás es una vagancia o una güilada, pero definitivamente siempre he dicho que uno no debería "hacerse grande" nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario