domingo, 28 de febrero de 2010

Vigilando los propósitos

Estoy seguro que como a mi, mucha gente comienza a olvidar sus propósitos de Año Nuevo y supongo que es absolutamente normal. Pero bueno, antes de que las cosas se salgan de escala prefiero aprovechar que hoy termina el segundo mes del año y volver a revisar la lista de asuntos pendientes. Algo me dice que no he logrado ni la mitad de lo propuesto, pero para saberlo tengo que repasar la lista:

1. "Estar más pendiente y cerca de los que quiero."
Supongo que esto es algo que hay que hacer constantemente. Hace un par de semanas una compañera del trabajo me dijo que en algunas ocasiones yo parecía un papá, porque estaba muy pendiente de apoyar a ciertas personas y de que les fuera bien en lo que hacían... espero que eso signifique algo bueno. Mi familia siempre ha sido unida, pero estar pendiente es algo que a veces olvido. Este punto continúa en revisión.

2. "Hacer ejercicio de forma más constante."
Todo mal con este punto. Aunque comencé muy bien el año, haciendo regularmente ejercicio y yendo a jugar fútbol semanalmente con los amigos, una lesión me tuvo un mes fuera y aunque en las dos últimas semanas ya podría haber vuelto me ha ganado un señor llamado Pereza. Asumo que la bendición de no engordar sin importar lo que coma va a terminarse en algún momento, así que... este punto juega en contra, y voy perdiendo.

3. "Trabajar para consolidar a Cactustus como un tira cómica más entretenida..."
La tira este año ya sale a color pero debo admitir que no hemos logrado mantener la continuidad. Hay muchas tiras ya escritas, pero supongo que tengo que insistir para que no tengamos más semanas silenciosas, como nos ha pasado recientemente.

4. "Conocer 15 nuevos lugares de Costa Rica."
De nuevo, vamos mal acá. Han pasado dos meses y solo he vuelto a algunos lugares que tenía muchos años de no visitar. Tengo que poner metas más específicas en la lista de lugares, por ahora puedo nombrar un par que no me parecen descabellados, aunque me parece imperdonable no conocerlos a estas alturas de mi vida, dos volcanes: Irazú y Arenal.

5. "Terminar la novela y escribir al menos 10 cuentos más."
Acá voy a hacer una variante. Sobre la novela escribiré un post más adelante pero pretendo volver a cierta idea inicial que la va a convertir en algo más complejo, prácticamente sacando su finalización de mis planes para el 2010. Los cuentos aún sigue en pie, aunque por ahora solo tengo uno "casi" terminado. En este punto voy a tratar de compensar, comenzando a trabajar en la otra idea que tengo en mente para novela. Ya veremos si por lo menos logro llegar a la mitad.

Donar sangre es algo que pretendo cumplir pronto, sembrar (al menos) un árbol tengo que hacerlo en este primer semestre y hacer los exámenes físicos generales no puede pasar de marzo.

Entonces: Jalón de orejas propio, pero creo que a tiempo. Es cuestión de no volver a bajar la guardia. Próximo auto-reporte de vigilancia, en dos meses.





jueves, 25 de febrero de 2010

Invictus



Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.


William Ernest Henley

miércoles, 24 de febrero de 2010

Lecturas

Ya se murió Federico, ahora queda acabar con las grandes esperanzas de Pip antes de entrarle a Vargas Llosa. 

¡Yo había quedado en no volver a leer dos libros a la vez!  :P

domingo, 14 de febrero de 2010

WWE en C.R.: Un largo review para una noche inolvidable

Fotos de Memo y Norman
Mirada de fan
"He esperado toda la vida para gritar eso", dijo un tipo detrás de mí, luego del clásico intercambio de golpes entre un par de luchadores, donde el público grita "¡Ehhh!" cuando conecta el héroe y ¡Búúú! cuando conecta el villano. Y es que de eso se trataba la noche, de volver a ser como chiquillos vitoreando al favorito, olvidándose de que "ya pasamos la edad de estar haciendo ese tipo de cosas".
Creo que la experiencia se puede resumir con otra anécdota. Cuando aún era temprano y terminaban de preparar algunos detalles fue una gran sorpresa darse cuenta que "el machillo" que estaba terminando de tensar las cuerdas era Chad Robinson, uno de los réferis más conocidos de la WWE. Incluso alguien le hizo un comentario y él contestó con una sonrisa "se supone que no deben verme trabajando en esto". Muy simpático el tipo, incluso posó para un par de fotos que le tomé a los amigos con los que andaba "antes de irse a descansar", como nos dijo.
Ya iniciado el evento también comenzó la locura. Y aunque las sorpresas son pocas y sabés qué movimientos esperar siempre resultó emocionante escuchar el sonido de la lona azotada por los golpes de los cuerpos cayendo. Son tipos enormes. Algunos en su papel de super héroes y otros en su acartonado pero divertido papel de villanos. Morrison, Matt Hardy, La Dinastía Hart, las Divas, Christian, Goldust, Zack Ryder, Ezekiel Jackson, RTruth y el insoportable CM Punk con su intento de español "no me gusta drugs, no me gusta cerveza, no me gusta Costa Rica..." nos llenaron la garganta de vítores y abucheos por igual. Una noche inolvidable ya hasta entonces, pero era el momento para hacer un breve receso, lo mejor estaba por venir todavía, solo quince minutos después.
Quizás Drew McIntyre no es tan conocido aún (aunque según muchos va a llegar a ser una gran estrella) pero su pelea contra Kane estuvo bien. No tanto por lo que dijo al principio: "Odio Costa Rica, sus mujeres son feas" (leyendo en español de un papelito, porque según dijo alguien le había ayudado a traducir); o luego: "...además seguramente ni entienden lo que estoy diciendo ahora..." (en inglés), sino porque el tamaño de Kane; los años de verlo por tele y la fuerza de su actuación emociona, y mucho.
Quedaban dos peleas. A pesar de saber que una vez terminado pasará algún tiempo antes de repetirlo todos queríamos ver el final, seguir gritando improperios y apoyos; y es que parte del show éramos los espectadores. Quizás los que no ven tan seguido la lucha piensan que la gente que la sigue lo hace a ojos cerrados y no es así, sabemos que son coreografías improvisadas, que el resultado no va a ser diferente al que ya planearon adentro de los camerinos o quizás desde la mesa de los escritores del show, pero poco importa, somos otro personaje dentro del mundo de la lucha y también nos toca interpretar nuestro propio papel con todo el gusto del mundo.
En fin, salió Chris Jericho... algarabía absoluta. Se trata de uno de esos villanos que uno ama odiar, con su actitud de "soy superior" que nos causa indignación y sonrisas al mismo tiempo.
Jericho se acerca al ring y toma el micrófono, pero antes de hablar la gente lo ovaciona y abuchea al mismo tiempo y tras un par de minutos de tratar intentar silenciarnos hace un gesto de "no vale la pena" y devuelve el micrófono; ese simple gesto enloquece nuevamente a la gente, a ese personaje fuera del ring, porque así corresponde. Y entonces la música del Rey Misterio llena el estadio y los gritos se repiten, esta vez quienes más se emocionan son los niños, pues Misterio es lo más parecido que la WWE tiene a un superhéroe, quizás el tamaño no le ayude (es realmente pequeño) pero la máscara y su velocidad hacen gran parte del trabajo. Esta pelea fue tuvo un par de sorpresas que nos hicieron vibrar aún más. La primera fue el grito de Jericho a la gente: "¡Silencio, mexicanos!", lo que obviamente hizo estallar los peores insultos de la noche contra el rubio, fue casi casi odio... sin duda se documentaron bien hasta en ese aspecto, aunque lo irónico del asunto era que Misterio, el héroe en turno, es mexicano y tomaba con tranquilidad, tanto que hasta pareció entender nuestra reacción: y la respuesta cliché: "Oé oé oé, ticos, ticos!", moviendo los brazos como un director de orquesta, acompañándonos. La segunda sorpresa del combate sí fue un accidente: en una de las piruetas la máscara de Misterio se soltó y quedó "guindando" frente a su cara, solo la mano del mexicano hizo que no se le cayera, pero Jericho lo tomó del otro brazo y lo tiró contra las cuerdas. A ciegas el pequeño se estrelló y en el aire vimos la máscara por un lado y el luchador por otro, cayó al suelo y estando boca abajo en menos de un segundo tomó la máscara y se ayudó con las faldas del ring para volver a ponérsela. La locura era impresionante, y llegó a niveles más altos cuando Misterio logró derrotar a Y2J, no sin antes ver todas las movidas y trucos de ambos. Jericho salió lentamente, mientras el pequeño mexicano tomaba el micrófono y nos decía "¡Gracias, Costa Rica! ¡Los quiero mucho!"
Luego de la pelea entre Jericho y Rey Misterio la tensión llegó a niveles enormes. Sabíamos que seguía el main event, pero cuando comenzó la música de Batista realmente no estábamos preparados para ver el monstruo que salió al ring. Simplemente enorme, y su nueva actitud de villano le hace dividir al público entre la admiración y el abucheo. Las mujeres escogieron desde ese momento su esquina para apoyar, gritándole cuanto piropo podían (de todo tipo, sí). Cuando la música de Batista bajaba llegó lo que muchos esperábamos con más ansias, la clásica y escalofriante entrada de un hombre que tiene más de veinte años de pelear y que cada vez se gana más su lugar de leyenda, el Undertaker. Nadie en el mundo de la lucha libre mete tanto miedo como este tipo. Es impresionante. Su atuendo, el caminar lento hacia el ring y su aparente control de todo hace que uno no pueda quedarse callado y a la vez no te deja decir nada coherente. Fueron casi seis minutos desde que inició su música hasta que la lucha quedó preparada para comenzar.
Ya en sí el combate fue clásico, movimientos en el suelo, mucho juego con las cuerdas y caídas impresionantemente fuertes, con un Batista fiel a su papel de villano que se mete con el público y un Undertaker al que parecemos no importarle, pero que lo da todo en su actuación, poniendo las correspondientes caras de angustia al dolor y pelando los ojos con furia cuando tiene que hacerlo, para que la gente se emocione hasta quedarse sin voz.
Y como tenía que ser, la pelea incluyó todos los movimientos de cada uno y terminó con la "Tombstone" del Taker. Luego de ver salir a Batista y acompañar la celebración clásica del Undertaker ya comenzamos a pensar en la próxima visita de estos gladiadores. Mientras el campeón subía lentamente la rampa acompañado por su música la gente comenzó a corear la solicitud: "¡Please, come back! ¡Please come back!". Y aunque no esperábamos ninguna muestra del hombre muerto hacia nosotros, justo antes de salir volteó su mirada al estadio y a la gente, e hizo un apenas perceptible gesto de afirmación con la cabeza, como concediendo la solicitud. ¿Será?
En síntesis. Es un show enorme, muy preparado, donde todos actuamos un papel y salimos contentos. ¿Cómo describirlo? La única forma que de hacerlo es decir que se trata de un concierto perfecto, de esos en los que conocés TODAS las canciones y TODAS son tocadas con absoluta perfección. Una noche inolvidable para los presentes.

Mirada objetiva.
Se trata de un show, nada más que eso. Sin embargo es un show enorme, que incluye atletas, coordinadores, entrenadores, un staff técnico en áreas tan diferentes como arquitectura y luminotécnica, asesores de todo tipo, escritores y empresarios. Todo absolutamente creado para entretener y por medio de la diversión garantizar la asistencia de un público masivo, que llena estadios semana a semana. El montaje es digno de cualquier banda de primer nivel, mundialmente hablando, los detalles de seguridad se cuidan al máximo, con esa paranoia que tanto caracteriza a los gringos. En fin, es un producto que le gente compra para disfrutar, donde eso sí, la gente conoce su propio papel, y como lo mencioné anteriormente, se transforma en ese otro actor que se necesita para completar el escenario, un actor masivo y anónimo, que vitorea cuando debe hacerlo, grita cuando es necesario y abuchea a quien corresponde. Nadie lo obliga a actuar de esa forma, el público lo disfruta, de esa manera da vida a un inmenso escenario que puede no considerarse ni deporte ni obra cultural, pero que llena de catarsis a los más apasionados, divierte a otros tantos e ilusiona a los más pequeños.
Junto con los atletas de alto nivel olímpico, es lo más cercano que tenemos a los superhéroes de los cómics, a las tramas de las películas de acción o las historias que cuentan las leyendas, donde seres físicamente super poderosos y ejecutaban proezas físicas enormes.
La WWE es una maquinaria de hacer negocios y en este proceso lleva muchas sensaciones diferentes a cada una de las personas que la disfrutan. Si algo podemos aprender de este violento entretenimiento (criticado en ocasiones por tantos) es que el entretenimiento, el arte, los negocios, la creatividad y el disfrute de todos estos puede ir perfectamente de la mano.


domingo, 7 de febrero de 2010

Publicidad del Super Bowl

Ya es tradición esperar buenos comerciales durante el Super Bowl gringo. De los que vi este año este me encantó.

martes, 2 de febrero de 2010

Mi propia teoría de LOST



Lo he dicho desde hace un par de temporadas, pero hoy que comienza la 6ta lo voy a poner por escrito para que conste en su debido momento, yo creo que Aaron es Jacob.