domingo, 3 de julio de 2011

U2: Un concierto de esos

A veces la vida nos sorprende y agrupa oportunidades. Entonces, tomar una es tomar varias. Por supuesto que esos momentos no se dan muy seguido que digamos y eso los hace aún más valiosos.
Hace un poco menos de dos meses tuve la oportunidad "enlistarme" en un viaje que algunos compañeros del trabajo iban a hacer a Miami. Cuando ya les había dado el "sí" me di cuenta que las fechas en que íbamos a estar ahí coincidían con el concierto del Tour 360 de U2. Inmediatamente el "sí" se duplicó, y aunque al final no todos los compañeros asistieron al evento yo no me iba a quitar por nada del mundo.
La reconocida banda irlandesa podrá haber cambiado con el tiempo, podrá haber bajado la cantidad álbumes vendidos, pero no lo ha hecho su calidad. Y aunque el momento en que los seguía más de cerca fue hace algunos años nunca está de más hacer algo que uno siempre ha querido hacer.
Un concierto de U2 (o Rolling Stones o Madonna) se encuentra en muchos "Bucket Lists", posiblemente. Esas famosas listas de cosas que queremos hacer antes de morir resultan a veces ingratas, pues por lo general contiene metas difíciles de alcanzar o que conllevan mucho esfuerzo, mucho sacrificio... o mucha necesidad de suerte. Aún así, esta semana que hoy acaba puedo mirar la lista y con mucha satisfacción tachar de ella el concierto con Bono, The Edge y compañía (ojo, que no quiere decir que no quiera volver a verlos, quedé más que anotado para la próxima gira). La experiencia fue una noche maravillosa, espectacular, única e inolvidable; una noche llena momentos de piel de gallina, sonrisas cómplices entre desconocidos, mucha euforia y gran cantidad de recuerdos que perpetuar. ¡Qué rico!
Ojalá estos momentos de oportunidad, esta posibilidad de tachar objetivos ya alcanzados los tuviéramos más seguidos. Quizás ir cumpliéndolos es parte de crecer, es parte de querer superarse y claro, de parte de querer ser feliz.