viernes, 29 de agosto de 2008

Las Hormigas

A las ocho de la mañana de aquel domingo, la primera hormiga de la fila llegó hasta el borde de la cama después de subir con esfuerzo por una de las patas, se asomó a ver el paisaje, adelante había todo un valle de ondulaciones que cubrían a un humano algo ruidoso. La exploradora volteó la vista atrás y luego abajo, para confirmar que la tropa la acompañaba y llegaba hasta su posición. Tras hacerlo lideró el ataque, una centena de hormigas avanzó rápidamente por sobre sábanas y cobijas hasta llegar al borde de las mismas, donde se detuvo a observar al hombre que roncaba. No había resentimiento contra él, ni rabia, ni molestia, ni mucho menos la intención de hacerle daño. Aquellas cien hormigas se quedaron allí, observándolo mucho rato, horas… hasta que sus movimientos inquietos comenzaron a anunciar su pronto despertar, entonces el grupo emprendió la retirada. Pero todo había comenzado en el campo, seis meses atrás.

(Esta es la introducción de "Las Hormigas", un cuento incluido en un proyecto que todavía no tiene nombre, pero que recopila cuentos cortos sobre soledades y abandonos. Espero acabarlo pronto).