Despertó con el sonido de las olas lejanas, como el de un rumor que se levantaba lentamente desde el horizonte. Dejó atrás la comodidad de las sábanas y se lavó la cara mirándose a sí mismo en el espejo, quizás tratando de leer algo en el interior del color gris de sus ojos.
Salió de la habitación y caminó lentamente hacia el rumor, mientras sus dedos se clavaban en la arena a cada paso. La claridad de las primeras horas de la mañana salió a saludarlo y el tenue olor a sal le hizo sonreír al recordarla, de pie y en un lugar similar a este, con aires de mar y rumores repetidos de olas que iban y regresaban. Con una sonrisa en el rostro se sentó en uno de los troncos que el mar había traído hace mucho tiempo y con los audífonos enganchados en sus oídos presionó el botón de play para escuchar la canción que le hablaba de ella, del tiempo en que aún no era suya y de lo que él sentía. La canción comenzó y descargó una gran cantidad de imágenes en su cabeza, todos los recuerdos de un pasado emocionante y diferente.
Pero la canción tenía que terminar en algún momento y eso era lo que él quería, porque aquel pequeño momento fue el punto final de un fantasma hermoso, pero ya pasado. Y los últimos acordes de aquella serenata exorcizaron el anhelo de algo que ahora sabía no iba a volver... pero estaba bien, podría vivir con eso.
2 comentarios:
Sé lo que se siente cuando se hace exorcismo de un recuerdo... Abrir la manos, y dejar ir... Abrir el corazón y dejar salir los recuerdos....
Cuesta, la verdad y mucho. Pero bueno, finalmente se siente uno mejor y se puede comenzar a ver hacia el futuro con nuevos ojos.
Publicar un comentario