sábado, 11 de diciembre de 2010

Exorcizar un anhelo

Despertó con el sonido de las olas lejanas, como el de un rumor que se levantaba lentamente desde el horizonte. Dejó atrás la comodidad de las sábanas y se lavó la cara mirándose a sí mismo en el espejo, quizás tratando de leer algo en el interior del color gris de sus ojos.
Salió de la habitación y caminó lentamente hacia el rumor, mientras sus dedos se clavaban en la arena a cada paso. La claridad de las primeras horas de la mañana salió a saludarlo y el tenue olor a sal le hizo sonreír al recordarla, de pie y en un lugar similar a este, con aires de mar y rumores repetidos de olas que iban y regresaban. Con una sonrisa en el rostro se sentó en uno de los troncos que el mar había traído hace mucho tiempo y con los audífonos enganchados en sus oídos presionó el botón de play para escuchar la canción que le hablaba de ella, del tiempo en que aún no era suya y de lo que él sentía. La canción comenzó y descargó una gran cantidad de imágenes en su cabeza, todos los recuerdos de un pasado emocionante y diferente.
Pero la canción tenía que terminar en algún momento y eso era lo que él quería, porque aquel pequeño momento fue el punto final de un fantasma hermoso, pero ya pasado. Y los últimos acordes de aquella serenata exorcizaron el anhelo de algo que ahora sabía no iba a volver... pero estaba bien, podría vivir con eso.

2 comentarios:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Sé lo que se siente cuando se hace exorcismo de un recuerdo... Abrir la manos, y dejar ir... Abrir el corazón y dejar salir los recuerdos....

Edward dijo...

Cuesta, la verdad y mucho. Pero bueno, finalmente se siente uno mejor y se puede comenzar a ver hacia el futuro con nuevos ojos.