Pasó frente a una sala de videojuegos y se detuvo a mirar por el escaparate. Adentro, adolescentes de ambos sexos se daban gusto demostrando sus habilidades para controlar determinados juegos. Algunos se mofaban de los menos diestros cuando su auto virtual de carreras se estrellaba contra la pared luego de no tomar una curva, otros apoyaban con vítores al ganador de una sangrienta batalla entre luchadores de algún torneo ficticio de artes marciales y los más callados quizás miraban nerviosamente por encima del hombro de algún chico que mataba gigantes, golpeándole los ojos con sus propias manos, virtualmente al menos. La galería era una especie de bodega enorme, remodelada especialmente para permitir la separación entre las consolas y la necesaria instalación del aire acondicionado. Después de ver risas y reclamos mezclados en las caras de aquellos jóvenes despreocupados, Oliver se despegó del escaparate y siguió su marcha en silencio.
Hace 1 año
2 comentarios:
Suerte con la novela, se mira interesante.
Slds, Gi
Gracias, Gi :)
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