martes, 18 de noviembre de 2008

Impresionante. Una maravilla.






















No se puede describir con palabras pero estas podrían ser las más cercanas para describir la experiencia de estar en el Parque Nacional Chirripó. Simplemente no se le puede contar a la gente, creo que lo mejor que se puede hacer es recomendar que se viva y se disfrute personalmente. Y no es solamente estar en la cima del cerro más alto de Costa Rica, es todo: desde la lucha contra el sendero en el ascenso a Base Crestones en medio de un paisaje lleno de vida y contrastes, estar en El Páramo, sentir el frío que cala los huesos al bañarse con el agua más helada que he sentido en la vida, madrugar, recorrer senderos, subir a los cerros y mirar hacia el atardecer desde Los Crestones. Es todo, es vivir por unos días en un lugar lleno de magia, donde efectivamente se siente la presencia de algo mucha más grande que nosotros mismos.
Por favor, vivanlo ustedes mismos alguna vez en la vida.

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